27 noviembre, 2007

Una vuelta más

Me escuchó entrar y aparece corriendo, con toda la velocidad que le permiten sus piernitas.
Con sus bracitos abiertos corre hacia mí.
-¡Papá, papá!- dice con su pequeña y dulce vocecita.
Una sonrisa le atraviesa la cara, y me atraviesa el alma.
La alzo sin esfuerzo. La abrazo y la llevo a mi pecho.
Ella apoya su cabecita, quizá escuchando los tremendos latidos de mi corazón.
Me mira a los ojos, me muestra su sonrisa que nunca se fue. Me acaricia la barba y se vuelve a apoyar en mi pecho.
Nos quedamos un rato así, pegados, mezclados, amándonos locamente, reencontrándonos.

Desde que salgo de mi casa a las ocho de la mañana rumbo al trabajo, hasta que vuelvo doce horas más tarde, una frase suena ferozmente en mi cabeza; ¡¡paren el mundo que me quiero bajar!!.
Pero al entrar al hogar, ella me escucha y aparece corriendo, con toda la velocidad que le permiten sus piernitas.
Con sus bracitos abiertos corre hacia mí.
-¡Papá, papá!- dice con su pequeña y dulce vocecita.
Y una frase suena ferozmente en mi cabeza. Me quedo otra vuelta más.




No te entregues.

17 noviembre, 2007

Te hago el meme

Lo primero que pensé cuando me encomendaron esto de escribir un meme fue ¿Qué cuernos es un meme?
Encontré la respuesta en el blog de Almendra:
"Los memes son ideas originales, útiles o divertidas, cuyo atractivo hace que la gente las adopte y comparta con otros. La Red se ha convertido en un entorno especialmente apto para la difusión de estas ideas infecciosas, que han encontrado en la blogósfera su medio ambiente natural."

La tarea encomendada por Natu y Carolina es la siguiente:
-Hacer un listado de 8 cosas, las que sean.
-Escribir esas 8 cosas en el blog y explicar cómo va el meme.
-Seleccionar a 8 personas para que lo sigan y ponerlos en el blog.
-Dejar un comentario en el blog conforme fueron invitados a jugar, haciendo referencia al propio post "El meme de las 8 cosas".

Como me encargaron la lista dos personas, hago una de 16 cosas y que se las repartan ellas.

Las 16 cosas que podrían desaparecer y que nadie extrañaría.

1- Los mosquitos
2- Los lunes
3- El olor a chivo
4- Nazarena Velez
5- Barney (el dinosaurio lila pedorro)
6- La policía
7- Los Power Rangers
8- El mondongo
9- El microcentro
10- El combo Tinelli-Gran Hermano
11- Lita de Lazzari
12- Las matemáticas
13- El ferrocarril Sarmiento
14- El dolor de muelas
15- Mi panza
16- Bush

Y ahora, le tengo que encargar la tarea a ocho personas más por lista, o sea que son dieciséis.
¡UFA! ¡Como me hicieron laburar estas chicas!

L@s 16 elegidos son:
Batman, Pocahontas, Jorge Lanata, Homero Simpson, Mazinger Z, Carlitos Tevez, Bill Gates, Spiderman, Robert de Niro, El que vende los boletos en la terminal del 2, Papá Pitufo, Carozo, Narizota, Karina Jelinek, El Cuco y Diego Capusotto.




No te entregues.

12 noviembre, 2007

32 que ya no importan


Ya pasó una semana del asesinato de 32 presos en Santiago del Estero.
Ya pasó.
Tan lejos pasó.
Ocupó durante cuatro días las primeras páginas de todos los diarios. No era para menos. 32 muertos. Calcinados, asfixiados.
Por real interés, por morbo, por curiosidad, todos leímos, miramos y escuchamos todo lo que dejó al descubierto esta tragedia.
Por real interés, por morbo o por rating, los medios de todos los colores cubrieron la noticia.
Pero ya pasó.
Una semana después, no se lee, ni se escucha, ni se ve más nada.
Y claro. Eran presos. Y del interior.
Cada vez que un motín carcelario es noticia, revela ante todos el verdadero propósito de las cárceles. Depósitos.
El sistema y la sociedad, primos hermanos, tiran su basura en las cárceles y esconden la llave.
A nadie le importa que en la constitución esté escrito y sea, por ende, ley que las cárceles deben ser para recuperación y no para castigo de quién viole la ley.
32 personas fueron golpeadas, abusadas y luego dejadas morir encerradas en sus pabellones en llamas.
Pero el sistema penitenciario sigue igual, con cárceles triplicadas en su capacidad, con guardias sádicos y brutales, con presos sin condena junto a criminales condenados por delitos gravísimos, con familiares de presos maltratados en los días de visita, con reclusos torturados y asesinados, con gente que está presa por firmar un cheque sin fondos y que salen de prisión expertos en toda clase de delitos, y totalmente resentidos luego de sufrir un sistema fabricado para el castigo.
Pero ya pasó.
Todo volvió a la horrible normalidad.
Ya el telón mediático cayó sobre la escena y todos vuelven ahora a ver lo que querían, a los soñadores cantar y patinar.
Hasta la próxima vez que el depósito se desborde, y los muertos nos caigan en la cara.






No te entregues.

08 noviembre, 2007

General sin uniforme

Durante la dictadura en nuestro país, muchas radios, diarios, canales de televisión, fueron víctimas de la censura del gobierno militar, mediante la prohibición de ciertos programas, la no publicación de notas o el cierre definitivo.
Esto fue un tremendo atropello a la cultura. No solo se pretendió evitar la difusión de las atrocidades cometidas por el estado, sino también volver ignorantes al pueblo, no permitiéndole ver, leer u oír nada que lo llevara a pensar, a plantear, a querer saber.
Cualquiera puede hoy darse cuenta de lo que se esconde detrás de cualquier tipo de censura.
En este tiempo de democracia, con la dictadura militar ya algo lejos en el tiempo, descubrimos que los métodos de esa época siguen intactos en el accionar de generales de saco y corbata de hoy.
El general Macri, electo por el voto popular, ha anunciado el cierre del canal de televisión “Ciudad Abierta”.
Si bien es cierto que el canal carece de contenido y es visto por casi nadie, es un espacio público de comunicación, al cuál se podría reestructurar para hacerlo útil e interesante (como el canal Encuentro, perteneciente al Ministerio de Educación).
Pero la receta de la derecha ordena que nada que pueda abrir la mente de la gente, debe ser alentado ni promovido.
Un gobierno electo democráticamente utilizará para gobernar, métodos usados por un gobierno de facto.
Y de paso genera desempleo, demostrando ser un excelente alumno de la escuela de los Martinez de Hoz y los Cavallo.
El cierre de Ciudad Abierta y la disolución de La Guardia Urbana, dejará a mucha gente (muchos jóvenes) en la calle, ya que el Sr. Burns porteño no habló de reubicación ni de nada que se parezca.
Cambian fusiles por lapiceras, uniformes por trajes, maquillan el discurso, pero tarde o temprano siempre muestran su verdadera cara.






No te entregues.

02 noviembre, 2007

Cara y ceca


Sigo tratando de comprender la falta de humanidad de la humanidad.
Hoy Viernes, a las 19:00 horas, estaba esperando el colectivo 113 en Plaza Flores.
Muchísima gente en la cola, en todas las paradas.
Estaba inmerso en mis insultos al bondi que no venía, cuando veo a algunas personas que estaban delante de mí, que miran hacia atrás, así como al descuido, como quién ve algo que le llama la atención (una mujer con buen culo, por ejemplo).
A los pocos minutos, una señora dice en un tono muy calmo –Alguien con celular podría llamar al 911-
Me doy vuelta y veo un pequeño tumulto de gente mirando el piso. Me acerco y observo a un señor mayor, de unos 60 años, desmayado.
-¡Está borracho!- sentenció una voz masculina. Me acerco más y miro que en su mano tiene $1.25, el importe del boleto del 113 hasta San Justo.
El señor esperaba el colectivo y se desmayó, pero como vestía ropas muy gastadas y su aspecto no era muy prolijo, la gente dedujo que era un borracho y le pasaba caminando por al lado, esquivándolo como si fuera un perro que duerme.
Llamé al 911 y pedí una ambulancia, la que llegó en cinco minutos.
El señor no estaba ebrio. Aparentemente sufrió una descompensación.
No pude evitar mirar con asco a todos. No pude evitar desearles a todos los que estaban alrededor, cosas irreproducibles. ¿Y SI ESTABA EN PEDO, QUE? ¿MERECÍA QUEDAR TIRADO EN MEDIO DE LA VEREDA? ¿MERECÍA MORIR?
En esos momentos es cuando pienso que estoy en un mal sueño, y solo espero a que suene el despertador y me saque de la pesadilla.
Estas cosas no pueden ser ciertas. No deben ser ciertas.
Pero mi señora me contó algo que le sucedió el Jueves, y vuelvo a creer que no todo está perdido en la vida en la ciudad.
Ella esperaba el colectivo 92, con mi hijita de 17 meses, el cochecito, y el bolso.
Llega el colectivo, ella lo para y el señor chofer (noten que me refiero a un bondiero como “señor”) arrima el coche al cordón de la vereda, se levanta de su asiento de conductor, baja y ayuda a mi señora a subir el cochecito, espera a que saque el boleto y se siente (el sosteniendo el coche de bebé), y entonces acomoda el carrito junto a la máquina de boletos, se sienta y arranca.
Cuando mis niñas están llegando a destino, mi mujer se levanta del asiento y el chofer le dice -¡pará, pará que te arrimo!-. Pone el colectivo junto al cordón, se levanta nuevamente, detiene el motor, ayuda a mi señora a pararse y agarra el carrito, se lo baja a la vereda y la ayuda a descender.
-No existen colectiveros como vos- atinó a decirle Almendra, asombrada ante la demostración de humanidad y solidaridad.
-¡Naaa!- Dijo el hombre, un poco sonrojado, a modo de agradecimiento.
Esto no es ficción. Almendra no estaba soñando, ni alucinando. Tampoco pasó en otro planeta. Fue en plena ciudad de Bs. As.
Un ser humano demostrando lo que es ser humano.
Cara y ceca de la realidad urbana.
Y todo esto pasó en el mismo lugar.
Mi señora tomó el 92 en Plaza Flores.





No te entregues.