15 agosto, 2008

Gonzalo

Frío como estos días. Así me siento.
Me congelo de adentro hacia afuera.
Me seco.
Es fácil sentirse abatido en estas circunstancias. No tengo fuerzas para batallar. Y tampoco quiero.
Me siento cada vez más atrapado en mi rutina, en la vida que llevo adelante ¿o que me lleva por delante?
Cada día que pasa es una copia del anterior.
Hasta el alma la siento fría.
Pero siempre pasa algo que te sacude, que te despierta.
Algo que te rescata de esa helada mortal y te pone los sentidos, los instintos, a flor de piel.
Mi hermana llevaba en su panza a mi nuevo sobrino. Gonzalo tenía que nacer a principios de Septiembre.
El 12, hace dos días, mi hermana se hizo un último examen de rutina, el eco-dopler, para saber si las paredes de su útero podían soportar un parto natural, ya que mi primer sobrino nació por cesárea.
El técnico notó algo raro y enfocó el examen en el bebé.
Descubrió que los latidos fetales disminuían rápidamente de 120 latidos por minuto a 99, 90, 88, 80 y volvían a subir a 90.
Inmediatamente llamó al obstetra que atendió a mi hermana durante el embarazo y le dijo de forma terminante -“sacalo ya al bebé”.
El médico le dijo a mi hermana que volara para el sanatorio donde se encontraba la partera, el Sanatorio Trinidad, mientras el viajaba de su consultorio para allá. Le hizo la orden de internación mientras llegaba.
En el término de una hora, cesárea de urgencia por medio, sacaban a mi sobrino.
Tenía el cordón umbilical enroscado en tres vueltas alrededor del cuello y además, el cordón estaba anudado.
Gonzalo se estaba muriendo asfixiado y sin alimento.
Cuando me avisaron al trabajo, mi hermana y mi cuñado iban camino al sanatorio.
Mi madre fue quién me llamó, presa de una angustia que yo no le había sentido nunca.
Fui a su casa, ya que ella tenía que retirar del jardín de infantes a mi otro sobrino. La acompañé y luego pasé a buscar en taxi a mi padre y de ahí al sanatorio.
Totalmente asustado, tenso, nervioso y ansioso estaba yo camino al Trinidad, cuando me suena el celular. Era mi mamá para decirme que ya había nacido Gonzalo, que estaba bien, normal, completo, vivo.
Una sensación de completo alivio me invadió. Una alegría tan grande que se me salía por los poros.
Y cuando pude verlos a mi hermana y a su principito, juntitos, bien pegados, plenos de felicidad, me di cuenta que Gonzalo no era el único que se había salvado.
El bebé tiene una lastimadura en su labio. Se supone que se la hizo el mismo tratando de manotear el cordón que lo estrangulaba.
Pibito lindo. Te aferrabas con todas tus fuerzas a la vida. Las mismas con las que te aferrás ahora a la teta de tu madre.
Instinto primario. Vivir.
Y a la noche, ya en casa, cuando hice dormir a mi hijita y la besé como todas las noches, estallé en llanto.
No pude evitarlo, y no quise.
Llanto de felicidad, de desahogo, pero sobre todo de bronca.
Contra mí, contra mi abatimiento.
Tengo una hija preciosa por la que daría la vida sin dudarlo, una mujer hermosa a la que amo, una familia que se agranda a la cuál necesito y me necesita, tengo amigos, y sobre todo tengo la capacidad de cambiar mi destino y el rumbo de mi vida.
¡A la mierda con el frío!
Es mi momento de desenroscarme el cordón del cuello, aunque tenga que lastimarme el labio en el intento.





No te entregues.

14 comentarios:

Anita la bibliotecaria dijo...

Muchas veces, cosas como esta,nos hacen ver la realidad desde otro foco.
Cuando comencé a leer el post, sentí q estaba leyendo algo mio, creo q la mayoria nos sentimos asi.
Es bueno q quieras desenroscarte el cordón y empezar a vivir de otra manera y si tenes q lastimarte el labio inferior, bien valdrá la pena.
Me alegro por tu hermana y su BB q estén bien.


Y no me entrego, aunque me empuje no lo va a lograr.

Cariños y a disfrutar del nuevo miembro de la familia.

B.E.L.P. dijo...

WoW
Man, qué historia... Me alegra el final feliz. El doble final feliz. Mejor dicho, múltiple. Para Gonzalo, para toda tu familia, y particularmente para vos. Uno a veces necesita un "disparador" que lo ayude a hacer CLICK! y es muy loco cuando pasan estas cosas que uno llama "casualidades" (y que yo no creo que lo sean)

En fin... La mejor de las suertes, go for it.

P.D.: Entré acá "de casualidad", no creo que vuelva a hacerlo pero no por nada en especial, soy así de inconstante para algunas cosas... Pero me alegro de haberte leído. Se vemo.

Dalma dijo...

que fuerte, brujo

me alegro mucho que, pasado el mal trago, ahora esten bien

te felicito de corazón por toda tu familia, sos un privilegiado

un "no te entregues" enorme para Gonzalo

beso grande

Ra dijo...

muchos besos para el bebe!

a veces uno no sabe bien para que, pero quiere sobrevivir...

saludos, buen finde largo

Hada de Luna ♥ dijo...

Imposible leer, sin sentirse identificado, sin emocionarse.(me hiciste llorar muchooo)

Parece increible, cuando tan chiquitos, sin todavía llegar a este mundo la pelean, y nos enseñan lo importante, lo esencial, lo que hay que priorizar...

Felicitaciones por Gonzalo, por la flia hermosa que tenes, y por no entregarte :)

Un besote y abrazo grande.

Anónimo dijo...

P.D.: joyita literaria sobre el INDEC, para debatirlo sin los esquemas del sentido común multimediático.

Horacio dijo...

lo único que tengo para criticarte es que no hayas aclarado al principio que el pibe había nacido y estaba bien la reputa madre que te parió

Brujofer dijo...

A todos:
Gracias. Hoy más que nunca el "no te entregues" del pié de los post es un mensaje para mí.
Y sí, los bebés no saben para que pero quieren vivir, como sea, pero vivir. Después tienen toda la vida para darse cuenta que vivir la vida vale la pena, a pesar de todo.

Natu dijo...

Que suerte que todo salió bien!!!
No decaiga brujo nadie dijo que la vida fuera facil!!!
besos

Hada de Luna ♥ dijo...

Buenísimos los chistes y la valiosa sabiduría jajajajajajajajajaj

Besos

Sole P dijo...

Ufff, me dejaste con un nudo en la garganta...

Suerte con ese cordón, y el labio después cicatriza...

Besosss!!!!!!!!!

Nilce dijo...

Es la primera vez que estoy por aqui. Realmente me he quedado sin palabras....es tan hermoso como un ser tan chiquito puede enseñarnos tanto a amar la vida...cosa que muchas veces ls grandes no hacemos....
Ha sido justo el post que necesitaba leer...

Felicidades por tu sobrino!!!....

bsos

Estar latiendo dijo...

Muy fuerte.
¿Vale la pena agregar algo más?
Saludos y me alegra el «final feliz»

Ju

... dijo...

Perdón, pero Lloro
lloro por haber tenido hijos valientes
bebés con garra y fuerza para saltar los obstáculos desde que estaban en la panza.
Lloro porque me habia cansado de mi rutina y NO SÉ PORQUÉ tuve q entrar a un blog para ver eso que siempre veo cuando repaso la fuerza que motiva a mis hijos a ser como son.

Ohm Shanti